Hola,
Quizá el nombre de la entrada es un poco extraño, puesto que no parece referirse a ninguna actividad nueva. Bueno, pues efectivamente … ¡es lo que parece!
Llevo un tiempo dándole vueltas a escribir un post como este. Como he comentado a veces en otras entradas, soy de la opinión de que la educación tiene cabida en el mundo de los juegos (y de hecho debe acompañarle a menudo), y durante el último mes o dos meses he ido fijándome en cosas que he ido anotando mentalmente. Las ideas de este artículo seguramente apliquen la mayoría más a la edad adulta, pero bueno, para empezar a educar primero hay que dar ejemplo.
El fin del año se acerca y con él es típico llenarse de buenos propósitos (que no siempre nuevos) para el año que viene. Esta entrada NO va por ahí. Es más bien una reflexión hecha porque sí, es más, algunos de los puntos que aquí expongo nacen de la autocrítica y es que a veces es necesario pararse y pensar. ¿Podemos mejorar? ¿Cómo quiero que sea mi yo de mañana? ¿Y el de dentro de un minuto?
He aquí algunos de mis pensamientos y opiniones al respecto (luego cada uno podrá o no estar de acuerdo conmigo 😀 )
Amabilidad
A todos nos encanta que sean amables con nosotros. Cuando vamos cargados y un vecino nos abre la puerta, cuando nos saluda un vecino con una sonrisa aunque no le conozcamos o le hayamos visto poco. Cuando alguien nos cede su sitio en la cola del súper porque va a comprar un montón de cosas y ve que sólo llevamos una, etc. No obstante, si bien nos encanta que hagan todo esto con nosotros, ¿hacemos lo mismo con los demás?
Por favor, déjenme sacar mi coche
El otro día tenía que sacar el coche (estaba aparcado en la calle, pues había ido a comprar un par de cosas) y no había manera. Ni un sólo coche me dejó (incluso cuando ya tenía medio culo fuera) hasta que llegó uno que lo que quería era ocupar mi plaza. Cierto es que la preferencia la tienen los coches que pasan por la vía, pero creo que es bueno que cuando un coche ya ha empezado a sacar el morro o el culo, nos planteemos facilitarle la maniobra y dejarle pasar. De este modo también supone menos riesgo para él y para el resto en caso de que tenga poca visibilidad (cuando aparcamos en diagonal muchas veces se ve muy mal si vienen más coches) y en el caso de las calles con doble sentido evitamos invadir el carril contrario para adelantar. En definitiva, seamos amables y un poquito más cívicos.
Hay gente que se cansa más que tú
A mí de pequeña me enseñaron a ceder el asiento en el transporte público a las personas más mayores o mujeres embarazadas. Últimamente, cuando viajo en el metro veo mucha gente que pasa de esto completamente. No hace falta tener 16 años para que tengas que cederle el asiento a otra persona de 70. Si tienes 30 también aplica y si tienes 40 también, leches. Cuando seamos mayores y nos fatiguemos más fácilmente querremos que otros sean considerados con nosotros, seámoslo nosotros ahora mientras podamos.
Mi música no tiene por qué gustarle a todo el mundo
Si eres usuario habitual del transporte público (al menos en Madrid) seguramente ya sepas de qué hablo. Parece que últimamente está de moda el compartir la música del móvil u otro dispositivo con los desconocidos de alrededor, sin cascos, a todo volumen, sea el tipo de música que sea. A vosotros no sé, pero a mí personalmente hay veces que no me gusta nada. Puede que simplemente tenga dolor de cabeza o que no comparta los gustos musicales, o quizá esté hablando con alguien y prefiero no tener que elevar mi tono de voz. Personalmente, me parece desconsiderado por parte de las personas que hacen esto
En la carretera «relax, take it easy»
Hace unas semanas vi en el telediario que España es uno de los países en los que más estresados estamos cuando estamos al volante. Somos los que más pitamos, más maldecimos, etc. Yo sinceramente, me lo creo. Lo veo en los demás y lo veo en mí misma. Cierto es que la carretera está llena de cretinos, gente que pone en riesgo su propia seguridad y la de los demás. Pero también es cierto que está muy generalizado eso de «yo voy por aquí, aquí estoy yo y nadie se me va a colar, ni nadie me la va a jugar». Pues veamos, la gente que usa arcenes y carriles de incorporación para adelantar a los conductores que están circulando correctamente (lo veo todas las mañanas) hacen bastante el capullo. Cierto. No obstante también es verdad que en situaciones más normales (por ejemplo carreteras en las que cada carril va en una dirección distinta y todo el mundo quiere cambiar de un carril a otro) por ejemplo tendemos a quedarnos bien pegaditos al coche de adelante para que nadie se nos cuele. Pues bueno, desde mi punto de vista no tenemos que ser los «pringados» que cuelan a todo el mundo, pero tampoco pasa nada por ceder un poco y facilitarle a alguna que otra persona el paso. En la carretera las cosas son más peligrosas de lo que parecen, y a veces el facilitar no cuesta nada y puede ayudar.
A este tema le he estado dando vueltas muchas veces, porque yo me he cruzado más de una vez con un par de elementos que me han estresado mucho, por ponerme en riesgo a mí y a ellos. O con gente que ha metido el coche en plan «o te quitas o te doy y nos achatamos los dos el coche». Pero creo que en la conducción hace falta un cambio de actitud, un cambio de decir «voy a facilitar, si llego 5min más tarde NO PASA NADA». Creo que ese enfoque es mucho mejor que el de estresarse y querer hacer saber al otro que opinas que es idiota perdido, tanto por los demás como por el bien mental de uno mismo.
Respecto a este tema, otro consejo, no hagáis ningún tipo de gesto a otros conductores. Hay auténticos zumbados por ahí (a mí uno hace unos meses, que iba por lo menos a 130 en una carretera de 80, se me puso delante y empezó a ir a 40 por hora porque yo me metí en el segundo carril (de tres, pero era por el que él iba) a adelantar a una velocidad normal, además de intentar forzar situaciones complicadas para mí. Sinceramente, era para denunciarle y para quitarle el carnet de conducir para siempre, pero si yo no hubiese hecho ningún aspaviento seguramente habría seguido su camino. Hay demasiada gente (con que haya uno ya es demasiado) que tiene una actitud peligrosa en este sentido, por lo que es mejor no provocar.
Otro dato curioso, en un programa de radio que escucho muchas mañanas, a los niños una vez les preguntaron por cosas que hacían sus padres, y más de uno dijo que su padre o madre decía palabrotas a otros conductores mientras le llevaban al cole.
Al volante: relax and take it easy.
Un abrazo y que paséis buena semana y acabéis bien el año.